La seguridad y educación en México son temas de suma importancia para la sociedad en su conjunto, y un tópico relevancia para una gran cantidad de personas: padres, docentes, estudiantes, directivos y autoridades.
Falta de recursos para atender la seguridad y educación en México
Debido a la corrupción rampante, que provoca desvío de fondos para la educación, algunas escuelas mexicanas se quedan sin dinero para tecnología, infraestructura e incluso servicios básicos, como agua corriente o papel higiénico.
En lugar de contratar educadores calificados, los políticos venden puestos de maestros en escuelas públicas y rurales. Ven a las escuelas como una herramienta política y la educación de los estudiantes como una idea de último momento.
Las instituciones de educación superior no son inmunes a estos problemas. En su camino a clase y en el campus, los estudiantes universitarios mexicanos están en riesgo de violencia, robo, acoso sexual, violación e incluso la muerte.
Las universidades en coacalco, en el Estado de México, no son inmunes a estos problemas, sin embargo, en esta entidad, la más poblada de toda la República Mexicana, se están tomando diversas medidas para mitigar la inseguridad que afecta a estudiantes, docentes y padres de familia.
Acoso al interior de las instituciones
Los estudiantes han revelado, a través de diversas investigaciones, problemas generalizados de acoso sexual y encubrimiento en el campus: Esto es algo que sucede tanto en instituciones públicas como privadas.
Un estudiante relata: “Cuando comencé mis estudios, un autobús golpeó a mi compañera de clase mientras se dirigía a la escuela. Su muerte innecesaria ocurrió porque la universidad no tenía señales de cruce en la carretera”.
“Ese mismo día, un ladrón disparó y mató a otra estudiante cuando se dirigía a clase. Fue entonces cuando me di cuenta de que, aunque las escuelas son segundas residencias para muchos estudiantes, no son lugares seguros”.
Un ejemplo terrible
Uno de los ejemplos más destacados de la falta de seguridad personal para los estudiantes universitarios mexicanos ocurrió en Guadalajara hace algunos años.
Tres estudiantes de cine, Javier Salomón Aceves Gastélum, Marco García Francisco Ávalos y Jesús Daniel Díaz, estaban filmando un cortometraje a las afueras de la ciudad.
No tenían conocimiento de que dos cárteles de la droga estaban enfrascados en una balacera en un lugar cercano. Uno de los líderes del cártel asumió que los jóvenes eran miembros rivales encubiertos y los secuestró.
Los líderes interrogaron a Javier, Marco y Jesús, y aunque insistieron en que eran estudiantes, la pandilla se negó a liberarlos. El cártel de la droga golpeó y mató a los estudiantes, y disolvió sus cuerpos en ácido.
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